martes, 19 de mayo de 2009

¡La toma de la Pastilla!

Rosas, amarillas, blancas, naranjas, beiges con motitas marrones.... Valeria se preguntaba para qué tanto color en unas pastillas. ¿Para poder distinguirlas unas de otras? ¿Para qué, el hecho de tomarlas a diario, no fuera tan triste? ¿por qué al fabricante le había rotado y había pensado, ala, pues estas seran color moco porque me sale de los cojones?. La cuestión es que, en el fondo, le daba igual, aunque el tema del colorido de la medicación le hiciera gracia.
Llevaba años tomando su dosis cada día, por la mañana, al mediodía, por la noche, como quien desayuna leyendo el periódico o quien cena viendo una película. A veces se sentía una yonky de farmacia y ese sentimiento le recordaba al principio, cuando le diagnosticaron la enfermedad y quiso morirse, por dentro y por fuera. Esbozó una sonrisa recordando cuando su mejor amiga, Alicia, le hizo su primer horario de tomas: ¡¡¡La toma de la Pastilla!!!, lo tituló, Alicia y sus juegos de palabras, se le escapó una carcajada sin darse cuenta. Aún guardaba en un cajón aquella hojita que escribieron en la terraza de algun bar. Recordó como lloraba mientras Alicia intentaba hacerla sonreir a su manera.
Ahora, Valeria, ya había admitido que tenía que tomar toda aquella mierda si quería funcionar como la gente normal, cosa que no quita que siga pensando que es mierda y más mierda para su cuerpo ya que, desde entonces, han pasado casi 4 años y poca mejoría ha notado en ella misma. Pero, fielmente, cada día, a su hora, Valeria engulle sus dosis, esperando que algún día esta rutina termine y vuelva ser una persona normal.

5 comentarios:

Perbane dijo...

No era una terraza, era dentro de la cafería desayunando, lo recuerdo por que era octubre, las licencias poéticas están bien, pero ¿Alicia?
Bueno, la historia suena tremendamente familiar...
¿Romper la magia dices?
No existe tal cosa pequeña padawan, esto es lo que es, las pastillas pueden ser de colores, tu manera de ver las cosas también, pero yo siempre te puedo agarrarte en el aire y ponerte en la tierra, son años de practica...

Perbane dijo...

Lo he pensado mejor y prefiero ser la reina de corazones. ¿Puedo?¿Puedo?
Venga dime que si, el rojo me sienta tan bieeen...

Jadeth dijo...

que te corten la cabezaaaaaaaaa!!!

me gusta volar y ya sabes que cuando se escribe se tiende a exagerar un poquito, sobretodo si han pasado los años y los recuerdos son difusos tras tanta medicación y porros varios :D

Perbane dijo...

No me has dicho nada de si me dejas ser la reina de corazones, creo que ya sabes que lo soy...
Que le corten la cabeza!!!

Alex [Solharis] dijo...

Hola, he estado curioseando por tu blog y no quería que muriese un hipópotamo volador de esos por mi culpa...
Deduzco que detrás de lo escrito hay algo más. Sé por propia experiencia lo que significan este tipo de adicciones. En fin, piensa que hay más beneficio que daño. O eso quiero creer al menos.