Me cansa despertar cada mañana
para volver a empezar un nuevo día
y tener que nombrarlo nuevo
cuando no hay nada nuevo que nombrar.
Desayunar lo mismo que desayuné ayer,
ver el mismo canal otra vez,
y observar que, a mi alrededor,
todo sigue tal y como lo dejé.
Me aburre despertar cada mañana
para darme cuenta que sigo viva
y saber que aún respiro
cuando lo que quiero es seguir dormida.
Escuchar la misma música,
leer los mismos libros,
tener la misma pareja,
fumar los mismos cigarrillos,
vivir en la misma ciudad.
Me desespera encontrar cada mañana
la misma imagen en el espejo,
no necesito un infierno,
si éste es rutina,
él y yo hace tiempo que nos conocemos.
diciembre 2008