Un aleteo frágil y vidrioso
y se apagan las luces del mundo;
brillan mariposas en tus ojos
y en los míos nace un suspiro.
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Anoche te perdí,
rotos los eternos lazos
y destrozado el corazón,
mis ojos sangraban,
desconsolados,
el jugo del único amor.
1
Al alba viniste a buscarme,
de la mano me volqué
en un misterioso baile
donde no hacían falta palabras;
mis pasos reflejaban alegría
y temblaba mi alma en el exhilio de tu recuerdo.