Esta, mi amor, será una
cruenta batalla,
una batalla en la que vestirás
el corazón de cota de malla,
que empuñarás la espada
de las elecciones,
y cabalgarás a lomos
de una vida frustrada.
Nunca fueron justas
las batallas,
a veces se pierde mucho,
otras no se gana nada.
Se que lucharás con fiereza,
que tu espíritu desea ganar,
que no lucharás solo,
siempre viaja la victoria
al lado de un futuro emperador.
Ella quiere proteger tu corazón,
verte cubierto de gloria,
te ofrecerá sus alas,
sembrará el campo de rosas
disipando el olor de la sangre,
acariciando la violencia
de la muerte
con su fragancia de diosa.
Con un lecho de pétalos
las caidas serán primavera,
con sus alas de escudo
las estocadas, dulce seda,
¡con su amor vencerás la guerra!
Marzo 2011