lunes, 18 de mayo de 2009

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Nada me importa si no apareces más
en mi jardín, mientras pueda evocarte
en mis palabras.
Nada me importa mientras, de la tinta,
nazcan los secretos que guardo en mi corazón
cuando asoma la noche.
Y nada me importa si en esta vida
el destino decidió, sin preguntarme,
que te amara hasta morir
en la soledad absoluta de mi alma
pues, en mi locura, soy feliz.
No es cierto que el tiempo todo lo borra.

3 comentarios:

Perbane dijo...

Eso de que el tiempo lo borra todo, estoy convencida que lo dijo un amnésico, porque el tiempo engrandece, distorsiona, confunde y incluso a veces es caleidoscopícamente mordaz, un sentimiento rara vez se borra con el tiempo, una perdida, una traición o un anhelo, rara vez desaparecen del alma, puedes meterlo bajo la alfombra de la consciencia, y sobre esta amueblar con nuevas cosas que te hacen feliz, o no, pero al igual que la palabra escrita perdura, la herida permanece abierta, de vez en cuando hay que pasar la página, quemar el cuaderno, echarle alcohol a la herida y soplar, mientras el resto baja por la garganta calentando el alma, y soplar, soplar fuerte, para poder tomar el próximo trago de oxigeno que te mantiene vivo... Por que lo peor ya pasó.
¿No?

Jadeth dijo...

no hay nada de felicidad que amueblar sobre mi alfombra....
no hay nada tan firme que impida el emerger de su recuerdo....
esta espina la llevaré siempre conmigo...

Perbane dijo...

Claro, si no sales a comprarte una vida nueva, no la puedes poner sobre la alfombra, no digo que hagas como yo, no hace falta que huyas a Londres, que te encuentres con otro amor, te vayas a vivir a su país y te cases... Pero igual si abres los ojos verás que la vida sigue, empieza por enamorarte de ti, y luego pasamos al siguiente amor.