viernes, 21 de agosto de 2009

17


Ando sin moverme,
flotando a través de la jungla de luces rojas,
ando y me ahogo,
cuesta respirar bajo el destellante mar bermellón;
y allá donde se pierde mi mirada
aparecen otra vez sus frios brazos,
tan largos que no dejan ver nada más.

1 comentario:

AdR dijo...

Los brazos fríos deben ser como rejas. Contrasta con el calor del rojo, o el dolor.

Besos