martes, 27 de octubre de 2009

Sueños

Al amanecer, la Torre era una tumba
poblada por los vientos invernales
que se colaban por las enjutas saeteras,
entonando el comienzo de una nueva melodía,
acunando con su invisible voz
el fugaz sueño de su señora:
Duerme niña, reposa el enorme vacío que de tu pecho se ha apoderado, protégelo de los rayos del Celeste, de la vida e incluso de tí misma.
Entre algodón y tercipelo, Fúria soñaba
que su joven dragón la arropaba
entre sus escamosos brazos.

Extraido del Libro de Cantos de la Torre de Hielo

4 comentarios:

Carlos dijo...

Leída anoche con la niebla que hacía en todo Gibralfaro impresionó.

Bella entrada

Eva dijo...

Me lo apunto, tiene buena pinta. :D

Perbane dijo...

Me gusta el Libro de Cantos de la Torre de Hielo, aunque me gusta más aun pensar que aquella Erinia se quedara allí en la torre, que muriera, que no regresará jamas, que nunca más Níðhöggr la atormente.
Espero el final del libro, donde la Erinia no atormenta a ningún Orestes, que la torre haya caído.
Espero el final,por favor, sigue.

Jadeth dijo...

Gracias :3
Me gusta que os guste....
continuaré todo lo que el Libro de Cantos me deje, al fin y al cabo solo he podido encontrar pequeños fragmentos.... el tiempo no perdona pero yo seguiré buscando :)