-Dicen que se las lleva el viento, contestó su madre sin darle mucha importancia. Estaba muy ocupada preparando la comida y solo podía pensar en que le iba a faltar tiempo para ir a la peluquería esa tarde. La niña miró por la ventana y empezó a rascarse la mejilla.
-No me lo creo, si así fuera el cielo estaría lleno de historias y yo solo veo nubes.
Dibujó una mueca en su cara y pensó que los adultos nunca descansaban.
-Claro, cariño... te pongo la tele? Van a empezar tus dibujos favoritos.Dibujó una mueca en su cara y pensó que los adultos nunca descansaban.